jueves, 24 de enero de 2008

Verdadades amargas: Fumar causa Impotencia Sexual


La relación directa entre tabaco y la impotencia está claramente establecida desde hace años. A pesar de que tiende a creerse lo contrario, no se trata en absoluto de una exageración o una amenaza que las autoridades sanitarias se hayan sacado de la manga para amedrentar a los fumadores, sino de la constatación cada vez más precisa de los efectos de algunas de las sustancias inhaladas tras la combustión del cigarrillo sobre el sistema vascular.

La impotencia o disfunción eréctil se define como la incapacidad de obtener o mantener una erección suficiente para lograr una actividad sexual satisfactoria. Según revelan múltiples estudios, entre las causas más frecuentes de este trastorno se encuentran la diabetes, algunos fármacos y el tabaco, además de depresión, ansiedad o una baja autoestima. La impotencia afecta sobre todo a la autoestima e incluso las relaciones interpersonales. Un estudio de la Asociación de Disfunción Sexual estima al respecto que "el 21% de las parejas que se separan rompen su relación por problemas derivados de este trastorno". El contenido de los cigarrillos afecta el sistema vascular del pene y causa una notable alteración sobre el sistema nervioso central. La incidencia de disfunción eréctil entre los fumadores es mayor.

La impotencia del fumador es debida a problemas circulatorios. El tabaco afecta los flujos sanguíneos del pene, reduciendo la presión sanguínea en su interior. Durante la erección, grandes cantidades de flujo sanguíneo penetran en las arterias del pene. El sistema venoso del pene, a través de una especie de válvulas, se comprime para evitar que la sangre salga del pene, quedando atrapada en unas cavidades denominadas senos cavernosos. Este mecanismo se halla alterado en los fumadores, lo que provoca "dificultades para iniciar la erección y también para mantenerla el tiempo necesario". La nicotina, a través de los estímulos que provoca en el cerebro, provoca rápidas contracciones del tejido del pene, con espasmo de las arterias, disminuyendo todavía más el flujo sanguíneo. También por el efecto de la nicotina se produce una dilatación del sistema venoso que impide que la sangre quede atrapada en el pene, aspecto que dificulta enormemente mantener la erección. Ademas desde el punto de vista psicológico los fumadores , mostraron mayores niveles de ansiedad y de insatisfacción que los no fumadores. De forma particular, con respecto a su vida profesional y personal.

" Fumar duplica el riesgo de padecer impotencia en hombres de entre 30 y 40 años". El riesgo oscila entre el 50% y el 60% de posibilidades con respecto a hombres no fumadores, aunque algunos trabajos lo elevan hasta un alarmante 80%. La cantidad de tabaco consumido para alcanzar estas cotas de riesgo se sitúa alrededor de los 20 cigarrillos diarios, aunque se considera que tiende a crecer en paralelo al consumo.

"La disfunción eréctil se considera una señal de alerta de posibles problemas circulatorios en el cerebro o el corazón". Asimismo, las arterias coronarias de los fumadores se encuentran afectadas por una arterioesclerosis acelerada, con mayores depósitos de colesterol y, por lo tanto, con flujos sanguíneos menores, lo cual conlleva un riego mucho mayor de sufrir un infarto antes de los 60 años.

No hay comentarios: